Se caracteriza por el hecho de que la persona que lo sufre experimenta ansiedad cuando está en un lugar o situación donde escapar puede ser difícil o engorroso o también en situaciones en las que teme sufrir un ataque de ansiedad y cree que no encontrará ayuda.
Este hecho suele acabar causando que la persona que sufre este problema presente comportamientos evitativos. Comenzará a evitar, dependiendo del caso, estar solo dentro o fuera de casa, ir en transporte público, caminar solo por la calle, estar en un puente o un ascensor, mezclarse con la gente, etc.
Algunas personas son capaces de no evitar las situaciones temidas a pesar de que las experimentan con mucho miedo y malestar. A menudo el hecho de estar acompañados les permite no evitar la situación y vivirla con menos miedo.